"DESPERTÉ"

"DESPERTÉ"


Hoy desperté y el nórdico no olía a ti, pasé por la cocina y ni siquiera reparé en tu taza del café, colgada del ganchito que te empeñaste en comprar en Ikea.

Ni siquiera la foto que mantenía puesta en la nevera seguía allí, la corriente que entra por la ventana había conseguido despegar el imán que la aferraba a la puerta del frigorífico.

Esa corriente es como el tiempo que cuando más pasa, más se despegan tus recuerdos aferrados en mi alma. La misma que me empuja por el pasillo camino del salón.

Ayer me sorprendió una cosa, al llegar de trabajar, no me senté en mi lado del sofá, me tumbé a lo largo de el, sin remordimiento alguno.

Porque los sofás son como los amores o se desgastan ambos lados por igual o al final hay que tirarlo con un lado impoluto y el otro destrozado.

Los únicos que reparaban en mi eran nuestros gatos, que me preguntaban con su mirada, "qué coño ha pasado aquí".

Al encender la televisión me di cuenta que Teledeporte, Discovery Max y Mega, estaban más cerca de La 1, de lo que habían estado jamás. Que mis libros ya no estaban todos en su sitio, uno de ellos estaba a mi vera en la mesita del teléfono.

Reparé hasta que mi vieja guitarra yacía a mi lado perfectamente afinada junto con dos cervezas vacías. Pero siempre me ha costado unir las palabras con la melodía eso sigue sin cambiar.

Al mirar a las habitaciones donde se hubiesen escuchado más pronto que tarde las risas y los llantos del que acaba de llegar, sólo se ve un escritorio y un ordenador de mesa, que recuerda que si eso tuvo su espacio una vez, no tiene porque no permanecer ahí toda la vida.

Y como no, esparcidos por toda la casa todos los útiles para la reforma que un día empecé y creo que no terminará nunca.

Hoy al despertar me di cuenta que todo había cambiado, hoy al despertar me di cuenta que ya nada volverá a ser como antes, hoy al despertar...DESPERTÉ.

"ADIÓS"

"ADIÓS"

Ha llegado el momento de decir adiós, ha llegado el momento de romper, ha llegado el momento de vivir.

Me estoy asomando peligrosamente al abismo, en el cual ya estuve una vez y me salvé por los pelos de buscar la tranquilidad asomándome a un sexto.

Y no me puedo permitir el lujo de volver al lugar de donde tanto me costó salir, primero por mi, segundo por los que me rodean y tercero por mi fantasma.

Ese fantasma que perseguí, ese fantasma que aparecía y desaparecía, tanto que hasta le puse nombre, Guadiana.

Un fantasma que le faltó coraje para amarme, que le faltó valor para hacer caso a su corazón en vez de a su cabeza. que me dijo que me querría toda la vida, no me quieras toda la vida con quererme ahora sería suficiente.

Uno no se puede proteger de la realidad, la realidad está ahí y hay que vivirla, que a veces duele?? Claro coño eso es la vida, que también es maravillosa?? Claro que sí.

Ni siquiera he tenido la oportunidad de gritarlo a los cuatro vientos, no me has dado la oportunidad de morir a tu lado, ni siquiera explicar porque no puedo seguir enamorado de ti.

Morir sí, porque algo dentro de mí ha muerto con esta decisión, pero también es verdad que otra parte ha nacido, con la fuerza del brote recién surgido de la tierra.

El ser humano tropieza más de una vez sobre la misma piedra, una vez quererte dos veces dejarte, pero quien no busca la felicidad no la encuentra y demasiadas veces has rechazado mi mano, la cual entre perezosa y avergonzada apenas asoma ahora del bolsillo de mi chaqueta raída.

No sé si será un error pero por curarme en salud ya lo he asumido así que tengo parte del camino hecho.
Y ahora no se que vendrá si luz u oscuridad, por lo pronto me siento en calma y eso ya es bastante.

Porque como te dije un día no puedo seguir viviendo en esta montaña rusa de sentimientos, mi corazón no puede con más sobresaltos.

Así que con una mísera palabra de cinco letras que parece a veces carecer de sentido y con unas lágrimas humedeciendo mis ojos. Me despido hasta más ver.

Adiós morena mía, adiós pelotilla, adiós a "una vida contigo"

Adiós.

"ÚLTIMAS PALABRAS"

"ÚLTIMAS PALABRAS"


Casi 500 días desde las últimas palabras tanto tuyas, como mías.

Aún resuenan en mi cabeza desde el primer minuto.

Tengo la sensación que no desaparecerán jamás.

Por qué no me dijiste vamos!!!! cuando te dije que adelante los dos de la mano hasta el final.

Por qué no me dijiste no!!!, cuando te dije que recogieras tus cosas....

Como es normal en mi vida y para rizar el rizo de los despropósitos el día de nuestro cuarto aniversario, fue el día de nuestro adiós.

Al feliz aniversario le siguió un...vete de aquí!!!

Pero ahora lo entiendo, estábamos taaaan cansados.

Tu, de mis mentiras, yo, de tus pocas ganas de vivir.

Tu, de mis excusas de que eran para protegerte, yo, de tu falta de comunicación a cerca de porqué...

Y ahora corro hacia el ayer, para ver si podemos cambiar esas últimas palabras.

Pero el ayer o queda muy lejos o me falta entrenamiento.

Aunque tal vez llegue el mañana y tengamos esa conversación otra vez, quizá y sólo quizá podamos cambiarlas.

Pero hoy la única realidad es que nos rendimos, lo suficientemente pronto para no hacernos más daño, y terriblemente tarde como para dejar el último beso en el aire.

Dime ¡Te amo! y volaré para rescatar ese beso.