"San Valientín"
Madrid 14 de Febrero del 2016.
Queridos lectores, ni vosotros habéis leído mal ni yo escribí incorrectamente este día dedicado a un tal cupido, un Robin Hood que en vez de manzanas dispara a corazones y que en vez de oro, roba amores.
Pero es así, hay que ser muy valiente para quedar a tomar una cerveza un día que durante nuestros cuatro años juntos nunca celebramos, porque nosotros nos amábamos todos los días.
Hay que ser muy valiente, para evitar estirar la mano y rozarte la punta de los dedos, aun estando desesperado en hacerlo, porque al echarte de mi vida pienso que no tengo ese derecho.
Hay que ser muy valiente para bajar del coche y despedirme, cuando lo que hubiera querido es tirarme la vida allí contigo.
Hay que ser muy valiente para no invitarte a mi cama y hacerte el amor hasta romper el maltrecho somier.
Hay que ser muy valiente para aceptar que no se cuando te volveré a ver, muy valiente para no recoger tus lagrimas, para no abrazarte más.
Hay que ser muy valiente para darte dos besos en vez de dejarte sin aire.
Hay que ser muy valiente para ser el cobarde en el que me he convertido y no arrancarme todavía la maldita flecha que me ata a ti.
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