miércoles, 24 de febrero de 2016

"EL PASTOR Y SU CORDERO"


"EL PASTOR Y SU CORDERO"

Andaba el buen pastor, descansando en lo alto de una colina, cuando una lágrima resbaló por su mejilla al contemplar el cielo estrellado. En esto que se le acercó su cordero preferido, al que le contaba todo.

Y le preguntó ¿Por qué lloras?, ¿acaso estás triste?.

El buen pastor miró a sus ojos suplicantes de una respuesta y dijo. No, tranquilo amigo mío, estas lágrimas que riegan la verde pradera, no son más que lágrimas de alegría y regocijo, pues conocí a una mujer especial, una mujer que me apoyó en todo, en lo bueno y en lo malo, una mujer que me cuidó, una mujer que daría todo lo que tiene, hasta su propia vida porque yo conservara la mía.

Una mujer que trabajó duro desde niña y que a día de hoy sigue trabajando, una mujer que ofrece su amor incondicional al que lo necesita, al que lo desprecia y al que lo añora.

Una mujer que cayó muy profundo y muy fuerte pero de la misma forma se levantó un día. Una mujer que es la última, siempre los demás van delante suyo, una mujer que será recordada y merecidamente durante generaciones.

El cordero apoyó su pata en el hombro del buen pastor y le dijo, quiero ser igual de afortunado que tu, quiero conocerla. ¿Esa mujer quien es?.

Amigo mío esa mujer es mi madre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario